Hay fechas…diadas marcadas con un color diferente. Y ésta, lo era.

Pongámonos en situación: estamos en una diada en Barcelona, con collas grandes que participan en ella y con ganas de hacer castillos de 9. Hay una colla que no, no es grande, es mucho más chica.

Entonces entramos nosotros, la colla de un pueblo más pequeño que tiene como bandera ser la colla más antigua del Baix Llobregat. Son ya 41 años, o sea que no nos empequeñecemos. ¡Hay que poner las cartas sobre la mesa!.

Es un día soleado, como una previa primavera que se nos adelantó, un sol radiante que ilumina un domingo espectacular.
Los ensayos previos hacían presagiar una muy buena actuación, soñando con ese paso extra que estamos apunto de dar. Así, sobre el medio día de este doce de noviembre, doce años después de la caída de las Torres Gemelas, nosotros levantábamos las nuestras.

Entramos con la cabeza erguida, somos los primeros en presentarnos. Un pilar caminando sencillo, porque lo mejor es hacerlo fácil. Se respiraba tranquilidad, no se desvió del camino…¡Qué manera de abrir una diada!. Así somos los grocs, vamos a por todas, jugamos con lo que tenemos y con eso nos basta.

¡Qué lindo es cuando se da lo que se espera!. La colla de Barcelona abrió con un 4d9f…¡hermoso!; la colla de Sabadell con un 4d8, nada menos de lo esperado.

Cuando haces castillos y vas entendiendo su complejidad, la manera de verlos cambia mucho, porque pasas del asombro normal a la admiración, la comprensión y a la vivencia, que es lo que te termina enamorando. Así se vive una diada como ésta, porque este 3d7p de la colla fue increíblemente hermoso, nada podía detenernos, ni siquiera ver los desafortunados tropiezos de nuestros hermanos. ¡Era nuestro momento!. Lo es, de eso no hay duda. Sin dejar de ayudar, como siempre lo hacemos en cada diada, nos concentramos en nosotros…y así llega el 5d7…¡¡¡Ufff!!!.

¡Qué esfuerzo, qué ganas de llevarlo al siguiente nivel!. Esta colla va tocando su techo, sólo para volverlo más alto.

Después, un 4d7 y un pd5, que ambos gritan un piso más. Porque ya no es un sueño, se palpa esa realidad.

Cerramos con un 3pd4sim, tan espectacular como lo fue todo.

Se sufrió un poco, se superó mucho y, según nos dijo el gran Óscar, ha sido la quinta mejor actuación de la colla en 41 años de nuestra historia. Y ya van 41 años. Nada mal, para ser un domingo cualquiera.

Esta temporada solo queda ya la Festa Major d’Hivern, el ocho de diciembre. Nuestra fiesta. Nuestra casa. Como decían en la plaza: «El 8, un 4d8″…tal vez hayan más sorpresas aunque ya no sé si llamarlo así, porque esto es lo que hemos venido trabajando y aquí están sus consecuencias.

Salir de una diada así, con un sentimiento que enorgullece el espíritu y que invade de alegría el corazón y el alma , no alcanza las palabras.

VISCA ELS GROCS AVUI I SEMPRE…!!!